martes, enero 03, 2006

... oí en alguna parte detrás de mí su risa terrible; sabía que estaban en mi bolsillo todas las cien mil figuras del juego de la vida: aniquilado, barruntaba su significación; tenía el propósito de empezar otra vez el juego, de gustar sus tormentos otra vez, de estremecerse de nuevo y recorrer una y muchas veces más el infierno de mi interior.Alguna vez llegaría a saber jugar mejor al juego de las figuras. Alguna vez aprendería a reír. Pablo me estaba esperando. Mozart me estaba esperando.
"El lobo estepario" - Herman Hesse